sábado, 30 de abril de 2011
Horemheb y el final de la Dinastía XVIII
Ay era una figura de gran importancia política con el padre de Tutankamon, Akenatón. También fue el visir de Tutankamon. Cuando sucede a éste en el trono de Egipto tiene unos 60 años, y se casa con su nieta, la viuda de Tutankamón.
Solo reinó unos tres años. Ay está enterrado en la parte oeste del Valle de los Reyes; se cree que le entierran en la tumba que estaba destinada a ser para Tutankamón.
Al final de la Dinastía XVIII hay tres faraones seguidos que mueren sin dejar descendencia y por tanto sucesores.
Horemheb es el sucesor de Ay, un faraón también militarista que reina en Egipto durante más tiempo, unos 27 años. Estaba casado con Mutnedymet, hermana de Nefertiti.
Una estatua le muestra como escriba y se le asocia con el dios de la escritura y el dios del orden. Horemheb renegaba y nunca siguió a Akenatón. Este faraón actuó como si los faraones posteriores a Amenhotet III no hubieran existido, como si éste hubiera sido un periodo herético, borra todos los registros sobre Amarna, y los nombres de los faraones sustituyéndolos por el suyo. Se puede decir que reescribe la historia, a su gusto y propaganda. (Esto se sabe porque Se sabe porque el nombre de Horemheb suele estar esculpido más profundo que el resto del relieve en el monumento, como si hubiran alisado y vuelto a escribir encima.)
Horemheb era un tradicionalista, aunque instituye algunas nuevas políticas: Integra al cuerpo sacerdotal en el ejercito. También establece un comandante del ejercito para el norte y otro para el sur, para de esta manera gestionar mejor Egipto.
Construyó muchos de sus monumento utilizando para ello piedras del templo de Akenatón dentro como relleno. Quiso erradicar toda referencia a este faraón anterior. La ironía es gracias a haberse usado como relleno en otros monumentos posteriores, las piezas fueron perfectamente conservadas y el templo de Akenatón se pudo reconstruir perfectamente en nuestra época, llegando hasta nuestra época.
Con Horemheb acaba la dinastía XVIII.
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